jueves, 24 de noviembre de 2011

Cómo habrían sido los resultados con una única circunscrupción

Desde que se conociesen los resultados electorales el pasado 20 N hemos venido escuchando multitud de comentarios sobre la Ley Electoral. Se ha hablado mucho de cifras y se han hecho miles de análisis. La mayoría de partidos llevaban en sus programas electorales distintas propuestas de reforma de la Ley Electoral, y el movimiento 15 M venía pidiendo un cambio en la legislación para que todos los votos valgan lo mismo. Esta última reivindicación ha sido una constante en el periodo de campaña electoral.

Como explicamos en la entrada ¿En qué consiste la Ley Electoral?, la circunscripción electoral es la provincia, y en función de la población de estas se establecerán el número de diputados que les corresponden. Así pues a las provincias con más población les corresponde un mayor número de escaños en el Parlamento. Sin embargo esto hace que en las provincias más pequeñas, a las que sólo les corresponde un pequeño número de diputados, el número de votos que necesitan los partidos pequeños para obtener representación se mucho mayor que en las provincias más grandes. Por eso se habla del distinto coste de los escaños. En el caso de los partidos grandes o los nacionalistas, que concentra a sus electores en una sola provincia, cada escaño se corresponde a un menor número de votantes. Así por ejemplo al PP le ha costado cada escaño 66.801 votos, y al PNV, 51.022 votos. Por el contrario, partidos que son votados en la mayoría de España pero que no concentran un elevado número de votos en cada provincia, como le ocurre a los partidos minoritarios como PCM, EQUO o Escaños en Blanco, les resulta casi imposible conseguir un escaño.

Para paliar esta situación muchos partidos políticos y grupos sociales han planteado la posibilidad de establecer una circunscripción electoral única en toda España, como ocurre en las elecciones europeas. Aplicando este modelo a las pasadas elecciones el Parlamento resultante sería muy diferente al que tenemos ahora:


Comparación del reparto de escaños con los dos sistemas. Elaboración propia.

Lo primero que vemos es que con el sistema de “un ciudadano un voto” el PP no tendría mayoría absoluta. Habría perdido 28 diputados y se quedaría en 158 diputados. Además, la caída del PSEOE hubiera sido aún más acusada, quedándose con tan solo 102 diputados en el Congreso.

Por el contrario, formaciones como IU y UPyD habrían aumentado notablemente su presencia en el Congreso. Por eso tanto Cayo Lara como Rosa Díez han tchado en numerosas ocasiones a la Ley Electoral de “injusta” llegando a hablar de un “robo” de sus escaños.

Los partidos nacionalistas no verían muy alterados sus resultados. Al contrario de lo que generalmente se piensa la actual legislación no beneficia a los nacionalistas. De hecho, con este método de hacer el recuento de votos tan solo Amaiur y CiU perderían escaños, el resto de partidos nacionalistas obtendrían el mismo número de diputados o incluso aumentarían su presencia en el Congreso.

Además de todos estos cambios, otros 6 partidos pasarían a tener representación. Tal es el caso de EQUO, que obtendría 3 escaños, PACMA, que con sus más de 100.000 votos obtendría un diputado, o Escaños en Blanco (Eb), que también tendría representación.

La Ley Electoral fue redactada y probada en 1985 con la intención de favorecer la consolidación de mayorías. Se quería evitar que el Parlamento estuviese fragmentado en numerosos grupos políticos, situación que dificultaría trazar una línea política bien definida en una época de transición a la democracia. Sin embargo son muchas las voces que exigen un cambio en la legislación que consideran desfasada. En la nueva legislatura que se va a iniciar ahora se tendrá que abordar este tema para decidir si la ley está ajustada a la realidad del momento o si se necesita una actualización.

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